Salvador Ulldemolins nos habla de la gaulteria.
ELa Gaulteria (Gaultheria procumbens), también conocida bajo el nombre anglo-sajón de Wintergreen, debe su nombre al Dr. Jean-François Gaulthier botánico y médico francés establecido en Quebec (Canadá) durante el S. XVIII. Procumbens viene del latín “procumbo” y hace referencia a los tallos de esta planta que se tienden en el suelo.
Es un pequeño arbusto de la familia Ericáceas, originario de las regiones boscosas y húmedas del norte de los Estados Unidos. Es una planta perenne con raíz horizontal rizomatosa y hojas de color verde ovales y coriáceas. Tiene pocas flores, colgantes y de color blanco. El fruto es una baya de color rojo brillante con numerosas semillas en su interior.
Diferentes tribus amerindias de Canadá conocían la Gaulteria, en particular sus propiedades antiinflamatorias y febrífugas. Mientras unas tribus mascaban las hojas de Gaulteria como estimulante, otras, como los Inuit, preparaban tisanas, de ahí su denominación como “Te del Canadá”.
A finales del S. XVIII e inicios del XIX varias epidemias azotaron EEUU. La gripe y la fiebre amarilla causaron estragos entre la población y William Swaim, un charlatán genio de los negocios, patentó la “Panacea de Swaim”, una pócima que contenía Gaulteria y Zarzaparrilla, pero también algún derivado del mercurio, y que pretendía ser como su nombre indica, un curalotodo. A principios del S. XIX, un farmacéutico francés llamado Boyveau comercializó una preparación magistral en forma de jarabe antisifilítico, el “Rob de Laffecteur”, conteniendo también Gaulteria.
La fragancia de sus hojas es muy aromática y herbácea, recordando las plantas medicinales y el mentol. Se recolectan entre mayo y septiembre, cuando tienen la tasa más elevada de aceite esencial. A continuación, son sometidas a una fermentación por maceración en agua caliente durante una noche. Este proceso permite la liberación por reacción enzimática de las moléculas de salicilato de metilo, constituyente principal de su aceite esencial (99%). En 1844 William Proctor y Auguste Cahours consiguieron aislar esta molécula, que fue posteriormente sintetizada para obtener el ácido salicílico.
El aceite esencial de Gaulteria es, sin duda alguna, el aceite esencial por excelencia contra los dolores musculares y el reumatismo. Sus principales propiedades son: antirreumático, antiespasmódico, vasodilatador, hipotensor, analgésico y antiinflamatorio. Estando pues indicado en casos de tendinitis, codo de tenista, ciática, lumbalgia, esguinces, reumatismo, artritis, artrosis, gota, calambres o contracturas musculares.
✍️ Salvador Ulldemolins
biólogo y asesor técnico de terpenic
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